Demonios, ¿Por qué también me obliga a mi?, ni siquiera pertenezco
a los suyos… pero me recuerda a una familia… aunque es un poco disfuncional,
tengo que dormir.
Todo es oscuro, poco a poco veo el amanecer, el frio viento
roza mi cara, estoy en la cima de un gran cerro, siento que alguien me mira,
volteo y a mi lado hay una mujer sentada, tiene una cadena por collar pero a
medida que avanza hacia su pecho, termina en un candado, era ella, otra vez.
—Hola, Kaira.
—Se agradecido, no suelo escoger
este tipo de escenarios.
—Se agradecida de que no me
suicidara.
—¿Eh? Hazlo si quieres! No me
afectara en nada.
—Atrapada otros miles de años?
—Solo debo buscar a alguien mas.
—Por que siento que esto ya paso.
—Jajaja, quien sabe! Solo busco a
quienes me sirven.
—auch
—demasiado cruel para ti? Humano
—Por lo menos deberíamos tener una
buena relación…
—Para que? Tu solo debes romper
una cadena y luego te mandare devuelta a tu mundo, simple no?
—Suena factible pero me cargo a
los de aquí.
—Para lograr cosas, hay que hacer
sacrificios.
—sabes cuantos putos sacrificios
he hecho.
—Cementerios enteros. —Risita. —Me gusta esa parte.
—Has regresado de la muerte?
—muchas veces.
—me ganas, tal parece.
—y cuantas has regresado tu. —Risas.
—16 en menos de dos minutos.
—Pff jajaja, genial entonces!
Jajaja
—Esa mierda duele.
—bueno, eso realmente no me
importa, puedo revivir las veces que quiera.
—bueno… y gracias por la vista. — me acerco un centímetro.
—… no es nada.
—y eres hermosa. — me vuelvo a acercar.
—ni siquiera me has visto.
—shh, errores. —Otra vez.
—pero si me ves… luego te
lamentaras.
—eso es por? —La miro con curiosidad.
—descubrirás en el cuerpo que
estoy sellada… y no te conviene saberlo.
—enserio?
—si, por eso,
apenas se rompa una cadena.. te mando de vuelta a tu mundo, humano.
—enserio, enserio.
—te comportas como un niño que acaba de
descubrir algo bueno.
— ¡yay!
—No grites, te cortare la lengua con mis
propias manos.
—sigue la corriente, asi te alegras.
—… no hay felicidad en mi.
—entonces te la dare a la fuerza.
—dices cosas interesantes, humano.
—Ven aquí. —La miro a la cara con una
sonrisa amable y calida.
Le intento tocar la cara pero parece
neblina, solo la traspaso como si fuera una ilusión.
—este no es mi cuerpo…
—te dare uno real cuando te vea.
—jajaja, veamos si es suficiente para
aguantarme.
—este es el mundo onírico, lo sabes?
—no lo has notado al parecer.
—pesadilla?
—estas… en la conciencia de otra persona,
pero para ti solo es un sueño.
—eso es, inesperado.
—es mejor que sigas pensando que es un
sueño.
—dudo mucho que pueda.
—cierto. —Se levanta y mira el paisaje.
—hermoso verdad. —Me paro.
—si, este lugar existe en la realidad, lo
saque de mis viejos recuerdos…
Solo la miro condescendiente y luego se
oye el llanto de una niña.
—ahí esta de nuevo… —voltea a mirar a la
niña que llora en el suelo.
—eres tu?
—no, es… la dueña del cuerpo en el que
estoy encerrada.
—hagamos una promesa.
—dime cual es y te dire si puedo
mantenerla.
—te ayudare pero debes ser buena.
—… no creo poder mantenerla.
—entonces yo te dire lo que debes hacer,
desepues quedaras por tu cuenta.
Habre la boca para hablar pero la cierra.
—ya es hora de que despiertes…
—dejames ayudarte.
—no, pero a cambio ayuda a una de mis
hijas.
—dime quien.
—evil, esta siendo usada por esa
desgraciada bruja.
—¡Si! —Grito con emoción. —¡Oh! ¡Mierda
si!
—no es necesario que te emociones.
—crei que ya sabes porque.
—aleja tus manos de mi hija o te mandare
al tártaro. —Risita.
—ño.
—solo hazla entrar en razón.
—la voy a hacer feliz!
—… bien, gracias.
Salto a abrazarla pero caigo rodando por
la colina.
—pff jajaja! Que diablos? Jajaja
—no te rias. —Me paro y me sacudo. —mejor
sigue. —La miro con una sonrisa.
Ella para de reir.
—..Taira se acerca. —una cadena aparece
en su pie.
—lo que hiciste ahora, es un sinónimo de
felicidad.
Ella sonríe.
—nos volveremos a ver. —Su cuerpo se va
desvaneciendo y se llena de cadenas.
—de verdad espero ese abrazo.
—algún dia tal vez te lo de, adiós. —Y
desaparece como si neblina fuera.
—y los recuerdos se perderán como
lagrimas en la lluvia…
Una mujer de blanca aura aparece y me
abraza…
—estas bien?! No te hizo nada malo
verdad? —Parece preocupada.
—y tu eres?
—oh cierto, jeje, no me he presentado
correctamente. —Sonríe amable. —Yo soy Taira, Diosa de la Luz y el sello de
Kaira.
—Luz y oscuridad, bien y mal, las dos
caras. —Murmuro para mis adentros.
Ella sonríe.
—me alegro que estés bien!
—Si, gracias… —Siento que algo corre por
mi mejilla.
—Debes estar confundido, verdad? Solo
recuerda, Kaira puede ser muy amistosa a veces pero aun asi, ten cuidado con
ella. —Sonrie.
Mi respiración comienza a agitarse y la
mano… —Demonios…
—eh? Estas bien? —Dice preocupada.
Poco a poco siento deseos… de sangre... y
veo mi brazo ponerse oscuro.
Me toma la mano y comienza a brillar. —Yo
soy luz y con ese poder, te pido que te tranquilices.
—Vete…
—Al menos déjame ayudarte a calmarlo…—Observo
lo que es una “magia”. —Tú…aun tienes su cadena…
Siento como todo lo que observo es color
de sangre, color de muerte…
Grito con furia y la tomo de su cuello.
—No me hagas usar la fuerza, por favor…
Retraigo el brazo tomando impulso pero me
agarra la mano, apretándola con fuerza, se oyen algunos huesos crujir.
—Sueltame, o …—Se suelta a la fuerza y da
un slto hacia atrás…
Abro mi mano con furia, observo la calida
y viscosa sangre que se desliza, empiezo a correr y cargo contra ella.
—Tranquilizate!! —Muchas cadenas aparecen
y me atrapan.
Sigo avanzando y algunas partes se
desgarran, dejando expuestas las carnes del cuerpo.
—Por favor! —Esa luz vuelve a aparecer y
algunas cadenas mas
Con la fuerza algunas son destrozadas
como si de hilo se tratara.
—parece que tiene problemas. —Kaira
aparece sonriendo.
—Kaira! —Taira la mira y retrocede.
Una cadena pasa por mi brazo derecho, al
no poder sacarlo fácilmente, lo hago a la fuerza desgarrando aun mas el brazo y
un grito de dolor con furia inunda el ambiente.
—Detente! Te estás lastimando! —Exclama
Taira mientras vuelve a aparecer la luz.
—… y fue a ti a quien le encargue a mi
hija?... interesante . —Dice Kaira.
Caí al suelo por el sobre esfuerzo y al
mismo tiempo el otro brazo comienza a oscurecerse.
—No quiero… lastimarte… —Dice Taira
bajando la cabeza.
—si no lo haces, la herida serás tu… —Dice
Kaira.
—La muerte… es mi… guía…
—Te han roto… lo siento mucho… —Dice
Taira con tristeza.
Kaira se cruza los brazos. —Parece ser
difícil de arreglar.
—Yo… soy… mi guía…—Esa era la frase, lo
que jamás debo olvidar, a pesar de recordar eso aun no puedo, así que me
comienzo a golpear en el abdomen con fuerza.
—no! No te lastimes! —Taira avanza hacia
mí y Kaira se sienta en el pasto.
—No volverá a pasar! —Saco el pequeño
cuchillo de mi pantalón y lo entierro con furia.
—detente! —Exclama taira mientras se
acerca rápida y Kaira solo sigue mirando.
El cuchillo cae al piso y luego yo, un
charco de sangre se forma a mí alrededor…
Veo como se acerca y se inca a mi lado,
poco a poco cierro los ojos. —Despierta! Por favor… —Esa luz nuevamente esta
allí y veo como se acerca Kaira también.
Recuerdo algunas cosas dolorosas,
imágenes aparecen en mi mente, muertes llenas de pecado, esos malditos cables
eléctricos que tanto odie y odio, cuando mi carne se cocino mientras seguía
consiente, solo recuerdo el dolor.
—Cuanto has sufrido… —Escucho a Taira
hablar, muevo apenas mi cabeza para mirar y me mueve, haciendo que apoye la
cabeza en su antebrazo. —Te dare paz calmando tus emociones y esos recuerdos
solo serán un sueño. —Dice mientras acaricia mi rostro con ternura.
—Lo hubiera ayudado pero… —Ella se agacha
e intenta tocarme pero me atraviesa como si ella fuera neblina. —No puedo
tocarlo.
—No… aun no. —miro mi brazo que antes
estaba oscuro y ahora este se fracturaba como si tuviera pintura seca que se
cae.
—Eh? No… quieres olvidar todo ese sufrimiento?
—Dice Taira y Kaira retrocede un poco.
—El dolor…solo te hace fuerte, olvidar no
servirá… aquellos que solo corren nunca podrán dar la cara.
—P-Pero de esa manera… no estarás
tranquilo? —Dice Taira y Kaira mira a otro lado.
Me muevo apenas y caigo al piso.
—Estar tranquilo no significa tener todo
calmado, sino, sobreponerse a todo. —Me levanto apenas.
—Eres alguien fuerte. —Dice Taira
mientras sonríe y se levanta.
—Creo que estas mal en eso, yo no soy el
que ha vivido cientos de años.
—Nos vemos. —Dice Kaira mientras se
aleja.
—No creas que no me he dado cuenta, estas
escapando.
Taira no dice una sola palabra y Kaira se
detiene para luego mirarme de reojo.
—Tú no sabes nada. —Dice ella.
—Tu crees? Solo mirame! Ya nisiquiera soy
humano!
—No lo eres físicamente pero aun mantiene
algo de tu humanidad… —Me mira confrontándome. —Tu solo no te metas en lo que
no debes.
—No la hagas enojar. —Dice Taira.
—Lo voy a hacer de todas formas, te voy a
ayudar.
—Te dije que no necesito que me ayudes!
Que ayudaras a mi hija! —el sol desaparece y se oscurece.
Taira se pone inquieta.
—Crees que lo he olvidado? Las dos están
en mi lista de buenas obras.
—Yo no he hecho nada bueno, todo ha sido
malo… Taira en cambio, realiza buenas acciones siempre, incluso ahora.
—Kaira… —Dice Taira y la mira triste.
—Entonces que me queda a mi!? Soy un
asesino!
El lugar se oscurece.
—Crees… que has sido el único! —Me mira
enojada. —Cuanto tiempo crees que he vivido!? Vivo, asesino millones de
personas y luego muero para repetirlo una y otra vez!
Taira parece asustada.
—deja de creerte la mala, termina con tu
mentira.
El lugar ya se vuelve completamente negro
y ella se desvanece para luego aparecer de nuevo, pero esta vez llena de
cadenas, mostrándose como es.
—Esa es… la verdadera Kaira… —Dice Taira.
—Bonita figura. —Le digo mientras silbo. —Te
sigues creyendo la mala de la historia?
—Te estás metiendo en un gran problema… —Dice
Kaira mientras alza la cara.
—Esto es malo! —Dice asustada. —Se está
moviendo! —Dice Taira.
—Ven con papá!
—Si pudiera lo haría… —Baja su cabeza. —Había
planeado mostrarte mis memorias pero… no lo hare.
Camino hacia Kaira y ella me mira
extrañado.
—Aléjate. —Una barrera se forma a su
lado.
—No la toques o sentirás dolor en todo el
cuerpo! —Dice Taira preocupada.
Sigo caminando, cuando lo toco siento
como si miles de puñaladas me hirieran. —pero solo me recuerda a la
electricidad.
—solo quiero mantenerte alejado, no te
acerques!
—Los dejare por ahora… —Dice Taira
desvaneciéndose.
—Gracias Taira, continuemos. —Trato de
abrir la barrera casi desgarrándola, poco a poco se triza.
—Alejate! —La barrera se hace un poco mas
fuerte.
Mis manos comienzan a sangrar
—No te hagas la fuerte si no puedo!
—Aléjate! —La barrera se rompe. —Todo por
este maldito sello!
Solo la abrazo con ternura pero coloco un
explosivo en su espalda.
—Dejame ayudarte. —Le susurro a su oído.
—Sueltame y vete… ahora —Ella tiembla
ligeramente y la abrazo mas fuerte.
—Me quedare hasta el final.
—Eres… el tipo mas raro que he
visto. —Me dice con voz triste.
Me retiro un poco pero sigo abrazándola,
dejándome verle la cara.
—Y si eso no te cambio? Si tu hija me
sigue, ¿Tu la seguiras?
—Jajaja… No lo hare, tu solo… preocupate
de liberarla, esa bruja me encerró aquí para que pudiera usar este cuerpo,
pero… otra persona uso a taira para sellarme, por eso, no dejes que le haga
algo a mi hija.
—Sabes que les hacían a las brujas de
donde vengo?
—Las quemaban.
—Te la dejo?
—Creo que será la primera en desaparecer.
—Pero después te llevare conmigo, serias
la diosa.
—… Lo pensare.
—Ya cambiaste de opinión?
—Quien sabe.
—Creo que te odio con cariño.
—Jajaja, gracias, supongo.
—No se que decir, eres una terca, una muy
grande.
—Tu también lo eres! Dejame en paz de una
vez, solo debes romper una cadena y ya.
—Tu ya sabes lo que pido. —La miro
aburrido.
—Entiendo…
—Que tengo que hacer para que entres en razón.
—No lo se… no lo se… lo siento.
—Opcion dos, te vas conmigo, aun tengo
guerra.
—Los humanos adoran examinar lo extraño,
si yo voy alla, sere una rata de laboratorio.
—No lo creo, no conmigo.
—Que amable… eres el primero que piensa
asi de los otros cuatro que he traido.
—No eran cinco? —Digo sorprendido.
—cinco? Yo solo he traido cuatro.
—creo que hay un problema.
—a que te refieres.
—Uno de los mios esta aquí.
—Otro humano? Pero… yo nunca traje a
otro.
—bueno, no importa, ya lo averiguare yo.
—Bien… ahora, creo que ya es hora de que
despiertes.
—Y tu también. —Apoyo la mano en el
candado.
—Tu… hablas enserio? —Dice sorprendida.
Taira aparece y me toma alejándome.
—No! No puedes! —Dice taira.
—Creo que me ayudaste. —miro el candado
en mi mano.
Kaira sonríe maliciosa.
—…jaja… jajajajaja!
—Que has hecho idiota! —Grita taira.
—tu no cambiaras ¿verdad? —asomo un
interruptor desde mi bolsillo y le sonrio con tristeza.
—… lo siento. —Dice bajando la cabeza. —Por
ahora no voy a salir, dale el candado a taira.
Taira no responde Y yo extiendo el
objeto.
—Esto es triste. —Le comento.
—Ahora no es momento de que salga, no te
llamare a verme por un tiempo.
Taira toma el candado y apunta a Kaira,
la miro con tristeza.
—Por que no puedes cambiar.
—Es inevitable.
El candado brilla y flota hasta su pecho.
—Ahora séllala nuevamente. —Cadenas
aparecen de todos lados y la aprisionan y ella solo agacha la cabeza.
Saco una pastilla de mi bolsillo y me la
meto en la boca.
—Solo mantente calmado, como siempre. —Murmuro
para mi.
—Estas cadenas son mucho mas difíciles de
romper ahora. —Dice taira mientras se desvanece.
……
—Ya es… hora de que… despiertes…yo…
necesito dormir… —Poco a poco se duerme.
—POR QUE NUNCA PUEDO SALVAR A ALGUIEN.
Poco a poco todo se hace borroso.
—Despierta, hey! —Escucho a Alexandra hablar
y me mueve.
Alguien, esta preocupada, siento una
lagrima correr por mi mejilla, esa es mi lagrima.
—Hola al.
—Nada de hola aquí! Levantate!
—A la orden! —Me levanto con mucha
rapidez pero caigo al suelo.
—Eso pasa porque te levantas muy rápido. —Dice
suspirando y ayudándome.
—No pasa na, gracias.
—Si, si, yo ire a hacer el desayuno, por
favor ve a despertar a kina… y no le hagas nada. —Sale de la pieza.
Salgo al pasillo y entro silenciosamente,
la veo como piedra, me acerco lentamente y le muerdo la oreja.
Ella solo suelta un gruñido y se da la
vuelta, dándome la espalda, al ver su reacción, salto encima de ella y le hago
cosquillas mientras le muerdo una oreja.
—Wahh! Jajaja q-que mierda?! Jaja kya~!
Suelta mi oreja. —Y me da algunos golpes.
Dejo de hacerle cosquillas y dejo caer mi
peso encima. —Hehehe.
—E-estas pesado, quitate!—Me empuja.
Me elevo un poco y le muerdo la nariz.
—S-Sueltame! —Me aleja la cara con las
manos.
—Si no se apuran llegaran tarde! —grita Alexandra
desde abajo.
—Justo cuando tenia un sueño interesante.
—Susurra kina.
—Tu lo has dicho. —Ella parece un zombie.
—Ya, deja que me vista, tu baja mientras.
—Te espero aquí.
Ella me empuja fuera y cierra. —No
gracias!
—¡Por favor! —Trato de abrir la puerta
—No! —la perilla se congela.
Bajo por la escalera y reviso mi
bolsillo. —Es verdad… lo deje allí.
—Dense prisa mierda! —Grita Alexandra.
—Kina apurate! —me dirijo a la puerta, —
gracias y adiós, me voy.
—Si! Eh? A donde se fue? —Dice kina.
—Se fue hace un ratito. —Dice al.
—Oh… hoy tuve un sueño extraño.
—Sobre que.
—Solo recuerdo haber escuchado una voz
triste diciendo: lo siento.
—Bueno, ve a desayunar.
—Si!
Me despego de la puerta y camino hasta un
templo, es imponente y también es de un color blanco, en la parte frontal se
abre una gran puerta de madera, me acerco a abrirla, me sorprende lo fácil que
es dado su tamaño, apenas entro puedo ver, la luz entra por los grandes
ventanales para luego hacer desaparecer la oscuridad, hay multiples imágenes en
los vitrales, el piso tiene unas cerámicas de mármol, a medida que avanzo puedo
ver una puedo ver un gran altar, arriba de este hay una estatuilla de oro, la
figura en la mano derecha porta una rosa, después de eso me quedo parado,
mirando fijamente sin moverme.
—Ayudame a salvarla.—Susurro mientras la
miro.
Pasa mucho tiempo y nada ocurre…
La estatuilla desprende un brillante
resplandor. —Averigua su pasado… y tal vez ouedas salvarla. —Se oye en toda la
sala.
—Perdona mi estupidez
—Ten cuidado, ella no cambiara del todo. —La
estatuilla deja de brillar de a poco. —Busco el origen de nosotras y el de este
mundo…
—de verdad eres hermosa, tanto en cuerpo
como alma. —Digo y me doy vuelta.
—buena suerte y ayuda a mi otra mitad. —La
estatua se apaga.
—Mi lista de acciones buenas sigue en
pie, aunque me pregunto que pasara si me llevo la figurita…
—Entonces seria robo. —Dice night desde
la puerta.
—No existe robo si nadie se da cuenta!
—Que pena que estoy aquí.
—Te odio.
—Jajaja, que haces en un lugar como este.
—Sonrie,
—Y si mejor te pongo una diana?
—No respondiste mi pregunta. —Sonrie. —Que
asunto tienes con la diosa taira?
Camino hasta la puerta y me quedo a su
lado sin mirarlo. —Solo es que tengo un mundo en mis hombros.
—Quieres que te quite tu cadena?...
—Primero me cargo a los causantes de la
guerra, segundo, ayudo a estas dos y tercero, veo las probabilidades de
sobrevivir.
—Tu eres un humano, no es necesario que
te involucres en los problemas de este mundo y si te quito la cadena seras
libre de irte,
—Aun me quedan cabos suelto y además ya
forme lazos, directa e indirecta.
—Ya veo… pero… si liberas a Kaira te
matare. —Dice serio. —Ella no debe volver. —Desaparece entre sombras.
—Si no logro cambiarla me la llevare
conmigo.
—Veamos si lo logras. —Desaparece.
—Voy a por ti…—Saco una pastilla y me la
pongo en la boca.
Camino hacia el laboratorio de vortex,
cuando entre, le vi, sigue aquí trabajando el muy cabron ¿Acaso no duerme?
—Hey, vox, necesito municion!
—Humm, te gusta molestar cuando estoy
ocupado
—cállate y ayudame.
—si,si, que necesitas.
—municion, mucha municion.
Apunta a una puerta.
—allí saca lo que quieras, libre de
elegir,
Entro y miro
—OH! Si genial!
—No grites! Ten cuidado con las bombas.
—otra cosa, tienes esposas especiales
para demonios?
—Eh? De que tipo.
—para demonios.
—no me refiero a eso tonto, de sueño,
paralizante
—si, por que no
—de sueño o paralizante
—de los dos.
—bien . —toma dos frascos. —Ven a
tomarlos.
—gracias digo.—mientras salgo armado
hasta los dientes. — y prepara alguna celda.
—En el subterráneo de la escuela, osea aquí,
hay celdas libres.
—tienen de todo…
—al director le gusta tener todo
preparado.
—pero lo que traeré será especial
—si es un demonio debe tener un permiso
especial o no podrá atravesar la barrera.
—Entonces me tendre que mudar.
—y por que no simplemente le pides al
director el permiso
—mejor
Salgo corriendo por el pasillo y llego a
su oficina.
—HEY!
—oh! Que se te ofrece? Y por que estas
lleno de armas? Estas por empezar una guerra?
—quiero traer a alguien
—eh? Quien si se puede saber. —Aparece a
mi lado y casi lo golpeo.
—Wow, cuidado con esa manos. —Aparece en
otro lugar.
—perdón.
—no te preocupes y dime quien es?
—Evil, una promesa
Se pone serio.
—Evil, dijiste?
—Si.
—Esta bien…