jueves, 12 de octubre de 2017

Ella



Hace algunos días todo ha sido muy extraño, sobre la ciudad, los habitantes y mis compañeros… solo he sentido miedo, pesar, oscuridad… pero no la que crea la tristeza, pero si la de la muerte. Es como el miasma, una vez que impregna algo, ya es difícil de sacar. No dudo mucho al decir que podría ser incluso permanente.
Pero de todo eso, lo que más me preocupa es ella, su forma de caminar, de mirar, de hablar…cambio… sé muy bien, ya he visto demasiado como para saberlo, lo sé muy bien, pero no logro comprender que cosa la cambio; Demonios…
Abro los ojos y calmo mi respiración, levanto el fusil mientras calibro la retícula con mi ojo, la cabeza de luna se menos borrosa a medida que mi vista se enfoca. Debería haber insistido más cuando estuve con ella; incluso siento una lagrima caer por mi mejilla.
Cuando ya estoy casi listo, veo a Kina acercarse por su espalda a gran velocidad, lleva una espada en sus manos. “¡no! No puedo permitir que manche sus manos, que siga mi camino”, es lo que pienso mientras jalo el gatillo, pero por el rabillo del ojo veo un puño acercarse lo suficientemente rápido como para no esquivarlo. El tiro se pierde en el cielo, mala suerte al que le toque el tiro explosivo.
Me golpeó la cabeza, el golpe hace que todo sea negro, aunque solo por un breve instante, con la ayuda de mis brazos me levanto un poco y miro hacia donde sé que se encuentra Kina noto con dolor como ella ha empalado a luna.
-¡noo! –grita la que me golpeo.
Su cuerpo está cubierto por un gran velo negro de cuerpo completo, lo que no me permite verle la cara, aunque si distingo su cola la reconocería en cualquier lado, esa punta triangular jamás la olvidaría.
¿Y ahora qué debo hacer? Es lo que pienso al tratar de levantarme por completo pero mi fuerza se desvanece, siento algo tibio correr por el costado de mi cabeza… La diferencia de fuerza entre humanos e híbridos es abrumante y aterradora.
Creo que mis luces quedan fuera…
Negro…
Mi cuerpo no se mueve, pero mi mente aun esta activa, y estoy muy cabreado, aunque rompa mis músculos hare que mis extremidades se muevan.
- ¡Tu cosa rara oscura! ¡Sé que estás ahí! ¡Es hora de devolver el favor! ¡Dime que objetivo cumplir!
-Nunca pensé que me llamarías –Escucho una voz etérea, incluso distingo unas risas ocultas en su voz –Te diré que hacer…
Abro los ojos y me levanto como un condenado, solo veo tengo dos opciones en el momento…La capturo y aprovecho que todos estas en pánico y dispersos para poder llevarla al lugar que le tengo preparado de antemano o, voy donde esta Kina y la hago entrar en razón, ella ya no es… ella.
Siento que alguien me susurra en el oído, pero no logro comprender del todo, siento algo de ira, pero no es lo suficiente para ser una bestia, quien sabe…
-Kina, tenemos que hablar… -Es lo que digo mientras aprieto la mandíbula e incluso el hueso crujir.
Miro hacia donde ella salió corriendo y, me agacho adoptando una posición que usan los corredores olímpicos, inhalo una gran bocanada de aire y el suelto lento. Mi aliento lo puedo ver y sentir, caliente como el aire que emana de una fogata. Mi metabolismo está volviendo a ser el mismo.
Con gran fuerza ejecuto mi salida, la tierra alrededor de mis pies se rompe y salta por los aires, con un sonido bastante potente. Todo el terreno que ella ya había cubierto me pareció la nada misma, en unos segundos ya estaba demasiado cerca de ella, apoyo una de mis piernas en el suelo y me impulso con un salto, en el aire hago una patada giro gancho. Ella se da cuenta, pero es muy tarde, el golpe le impacta en las costillas e incluso siento algo crujir. Cae al piso desplomada con su cara al cielo. Cuando toco el suelo salto nuevamente mientras levanto mi puño sin medir mis fuerzas.
- ¡Detenteeeee! -Escucho algo gritar casi dentro de mí.
Mi puño lo desvió y golpeo el suelo al lado de su cabeza, mis manos incluso llegan a sangrar por la fuerza que use. Que mierda iba a hacer, ¡Eso la hubiera matado!
Cuando veo la cara de ella con más detención hace que me rompa el corazón.
Está llorando, mientras que respira con dolor y gime seguido, sus ojos son los que pondría alguien aterrado y atrapado, es miedo puro.
- ¡Lo siento! -Digo conmocionado. Lo sigo repitiendo un par de veces más.
Cuando le voy a tocar su rostro ella gime y cierra sus ojos, aterrada. Las lágrimas no paran de surgir de sus ojos carmesí.
Con cuidado la levanto como a una princesa, pero ella responde con unos manotazos, aunque demasiado débiles por el dolor que esta sufriendo.
-Se que duele, estarás bien… Vas a estar bien.
Es lo último que le digo mientras voy lo más rápido que puedo a donde la puedo ayudar, hace mucho tiempo que no sentía ésta preocupación aterradora, no desde que perdí a todos….

martes, 14 de junio de 2016

la promesa



Demonios, ¿Por qué también me obliga a mi?, ni siquiera pertenezco a los suyos… pero me recuerda a una familia… aunque es un poco disfuncional, tengo que dormir.
Todo es oscuro, poco a poco veo el amanecer, el frio viento roza mi cara, estoy en la cima de un gran cerro, siento que alguien me mira, volteo y a mi lado hay una mujer sentada, tiene una cadena por collar pero a medida que avanza hacia su pecho, termina en un candado, era ella, otra vez.
Hola, Kaira.
Se agradecido, no suelo escoger este tipo de escenarios.
Se agradecida de que no me suicidara.
¿Eh? Hazlo si quieres! No me afectara en nada.
Atrapada otros miles de años?
Solo debo buscar a alguien mas.
Por que siento que esto ya paso.
Jajaja, quien sabe! Solo busco a quienes me sirven.
auch
demasiado cruel para ti? Humano
Por lo menos deberíamos tener una buena relación…
Para que? Tu solo debes romper una cadena y luego te mandare devuelta a tu mundo, simple no?
Suena factible pero me cargo a los de aquí.
Para lograr cosas, hay que hacer sacrificios.
sabes cuantos putos sacrificios he hecho.
Cementerios enteros. Risita. Me  gusta esa parte.
Has regresado de la muerte?
muchas veces.
me ganas, tal parece.
y cuantas has regresado tu. Risas.
16 en menos de dos minutos.
Pff jajaja, genial entonces! Jajaja
Esa mierda duele.
bueno, eso realmente no me importa, puedo revivir las veces que quiera.
bueno… y gracias por la vista. me acerco un centímetro.
… no es nada.
y eres hermosa. me vuelvo a acercar.
ni siquiera me has visto.
shh, errores. Otra vez.
pero si me ves… luego te lamentaras.
eso es por? La miro con curiosidad.
descubrirás en el cuerpo que estoy sellada… y no te conviene saberlo.
enserio?
si, por eso, apenas se rompa una cadena.. te mando de vuelta a tu mundo, humano.
—enserio, enserio.
—te comportas como un niño que acaba de descubrir algo bueno.
— ¡yay!
—No grites, te cortare la lengua con mis propias manos.
—sigue la corriente, asi te alegras.
—… no hay felicidad en mi.
—entonces te la dare a la fuerza.
—dices cosas interesantes, humano.
—Ven aquí. —La miro a la cara con una sonrisa amable y calida.
Le intento tocar la cara pero parece neblina, solo la traspaso como si fuera una ilusión.
—este no es mi cuerpo…
—te dare uno real cuando te vea.
—jajaja, veamos si es suficiente para aguantarme.
—este es el mundo onírico, lo sabes?
—no lo has notado al parecer.
—pesadilla?
—estas… en la conciencia de otra persona, pero para ti solo es un sueño.
—eso es, inesperado.
—es mejor que sigas pensando que es un sueño.
—dudo mucho que pueda.
—cierto. —Se levanta y mira el paisaje.
—hermoso verdad. —Me paro.
—si, este lugar existe en la realidad, lo saque de mis viejos recuerdos…
Solo la miro condescendiente y luego se oye el llanto de una niña.
—ahí esta de nuevo… —voltea a mirar a la niña que llora en el suelo.
—eres tu?
—no, es… la dueña del cuerpo en el que estoy encerrada.
—hagamos una promesa.
—dime cual es y te dire si puedo mantenerla.
—te ayudare pero debes ser buena.
—… no creo poder mantenerla.
—entonces yo te dire lo que debes hacer, desepues quedaras por tu cuenta.
Habre la boca para hablar pero la cierra.
—ya es hora de que despiertes…
—dejames ayudarte.
—no, pero a cambio ayuda a una de mis hijas.
—dime quien.
—evil, esta siendo usada por esa desgraciada bruja.
—¡Si! —Grito con emoción. —¡Oh! ¡Mierda si!
—no es necesario que te emociones.
—crei que ya sabes porque.
—aleja tus manos de mi hija o te mandare al tártaro. —Risita.
—ño.
—solo hazla entrar en razón.
—la voy a hacer feliz!
—… bien, gracias.
Salto a abrazarla pero caigo rodando por la colina.
—pff jajaja! Que diablos? Jajaja
—no te rias. —Me paro y me sacudo. —mejor sigue. —La miro con una sonrisa.
Ella para de reir.
—..Taira se acerca. —una cadena aparece en su pie.
—lo que hiciste ahora, es un sinónimo de felicidad.
Ella sonríe.
—nos volveremos a ver. —Su cuerpo se va desvaneciendo y se llena de cadenas.
—de verdad espero ese abrazo.
—algún dia tal vez te lo de, adiós. —Y desaparece como si neblina fuera.
—y los recuerdos se perderán como lagrimas en la lluvia…
Una mujer de blanca aura aparece y me abraza…
—estas bien?! No te hizo nada malo verdad? —Parece preocupada.
—y tu eres?
—oh cierto, jeje, no me he presentado correctamente. —Sonríe amable. —Yo soy Taira, Diosa de la Luz y el sello de Kaira.
—Luz y oscuridad, bien y mal, las dos caras. —Murmuro para mis adentros.
Ella sonríe.
—me alegro que estés bien!
—Si, gracias… —Siento que algo corre por mi mejilla.
—Debes estar confundido, verdad? Solo recuerda, Kaira puede ser muy amistosa a veces pero aun asi, ten cuidado con ella. —Sonrie.
Mi respiración comienza a agitarse y la mano… —Demonios…
—eh? Estas bien? —Dice preocupada.
Poco a poco siento deseos… de sangre... y veo mi brazo ponerse oscuro.
Me toma la mano y comienza a brillar. —Yo soy luz y con ese poder, te pido que te tranquilices.
—Vete…
—Al menos déjame ayudarte a calmarlo…—Observo lo que es una “magia”. —Tú…aun tienes su cadena…
Siento como todo lo que observo es color de sangre, color de muerte…

Grito con furia y la tomo de su cuello.
—No me hagas usar la fuerza, por favor…
Retraigo el brazo tomando impulso pero me agarra la mano, apretándola con fuerza, se oyen algunos huesos crujir.
—Sueltame, o …—Se suelta a la fuerza y da un slto hacia atrás…
Abro mi mano con furia, observo la calida y viscosa sangre que se desliza, empiezo a correr y cargo contra ella.
—Tranquilizate!! —Muchas cadenas aparecen y me atrapan.
Sigo avanzando y algunas partes se desgarran, dejando expuestas las carnes del cuerpo.
—Por favor! —Esa luz vuelve a aparecer y algunas cadenas mas
Con la fuerza algunas son destrozadas como si de hilo se tratara.
—parece que tiene problemas. —Kaira aparece sonriendo.
—Kaira! —Taira la mira y retrocede.
Una cadena pasa por mi brazo derecho, al no poder sacarlo fácilmente, lo hago a la fuerza desgarrando aun mas el brazo y un grito de dolor con furia inunda el ambiente.
—Detente! Te estás lastimando! —Exclama Taira mientras vuelve a aparecer la luz.
—… y fue a ti a quien le encargue a mi hija?... interesante . —Dice Kaira.
Caí al suelo por el sobre esfuerzo y al mismo tiempo el otro brazo comienza a oscurecerse.
—No quiero… lastimarte… —Dice Taira bajando la cabeza.
—si no lo haces, la herida serás tu… —Dice Kaira.
—La muerte… es mi… guía…
—Te han roto… lo siento mucho… —Dice Taira con tristeza.
Kaira se cruza los brazos. —Parece ser difícil de arreglar.
—Yo… soy… mi guía…—Esa era la frase, lo que jamás debo olvidar, a pesar de recordar eso aun no puedo, así que me comienzo a golpear en el abdomen con fuerza.
—no! No te lastimes! —Taira avanza hacia mí y Kaira se sienta en el pasto.
—No volverá a pasar! —Saco el pequeño cuchillo de mi pantalón y lo entierro con furia.
—detente! —Exclama taira mientras se acerca rápida y Kaira solo sigue mirando.

El cuchillo cae al piso y luego yo, un charco de sangre se forma a mí alrededor…
Veo como se acerca y se inca a mi lado, poco a poco cierro los ojos. —Despierta! Por favor… —Esa luz nuevamente esta allí y veo como se acerca Kaira también.
Recuerdo algunas cosas dolorosas, imágenes aparecen en mi mente, muertes llenas de pecado, esos malditos cables eléctricos que tanto odie y odio, cuando mi carne se cocino mientras seguía consiente, solo recuerdo el dolor.
—Cuanto has sufrido… —Escucho a Taira hablar, muevo apenas mi cabeza para mirar y me mueve, haciendo que apoye la cabeza en su antebrazo. —Te dare paz calmando tus emociones y esos recuerdos solo serán un sueño. —Dice mientras acaricia mi rostro con ternura.
—Lo hubiera ayudado pero… —Ella se agacha e intenta tocarme pero me atraviesa como si ella fuera neblina. —No puedo tocarlo.
—No… aun no. —miro mi brazo que antes estaba oscuro y ahora este se fracturaba como si tuviera pintura seca que se cae.
—Eh? No… quieres olvidar todo ese sufrimiento? —Dice Taira y Kaira retrocede un poco.
—El dolor…solo te hace fuerte, olvidar no servirá… aquellos que solo corren nunca podrán dar la cara.
—P-Pero de esa manera… no estarás tranquilo? —Dice Taira y Kaira mira a otro lado.
Me muevo apenas y caigo al piso.
—Estar tranquilo no significa tener todo calmado, sino, sobreponerse a todo. —Me levanto apenas.
—Eres alguien fuerte. —Dice Taira mientras sonríe y se levanta.
—Creo que estas mal en eso, yo no soy el que ha vivido cientos de años.
—Nos vemos. —Dice Kaira mientras se aleja.
—No creas que no me he dado cuenta, estas escapando.
Taira no dice una sola palabra y Kaira se detiene para luego mirarme de reojo.
—Tú no sabes nada. —Dice ella.
—Tu crees? Solo mirame! Ya nisiquiera soy humano!
—No lo eres físicamente pero aun mantiene algo de tu humanidad… —Me mira confrontándome. —Tu solo no te metas en lo que no debes.
—No la hagas enojar. —Dice Taira.
—Lo voy a hacer de todas formas, te voy a ayudar.
—Te dije que no necesito que me ayudes! Que ayudaras a mi hija! —el sol desaparece y se oscurece.
Taira se pone inquieta.
—Crees que lo he olvidado? Las dos están en mi lista de buenas obras.
—Yo no he hecho nada bueno, todo ha sido malo… Taira en cambio, realiza buenas acciones siempre, incluso ahora.
—Kaira… —Dice Taira y la mira triste.
—Entonces que me queda a mi!? Soy un asesino!
El lugar se oscurece.
—Crees… que has sido el único! —Me mira enojada. —Cuanto tiempo crees que he vivido!? Vivo, asesino millones de personas y luego muero para repetirlo una y otra vez!
Taira parece asustada.
—deja de creerte la mala, termina con tu mentira.
El lugar ya se vuelve completamente negro y ella se desvanece para luego aparecer de nuevo, pero esta vez llena de cadenas, mostrándose como es.
—Esa es… la verdadera Kaira… —Dice Taira.
—Bonita figura. —Le digo mientras silbo. —Te sigues creyendo la mala de la historia?
—Te estás metiendo en un gran problema… —Dice Kaira mientras alza la cara.
—Esto es malo! —Dice asustada. —Se está moviendo! —Dice Taira.
—Ven con papá!
—Si pudiera lo haría… —Baja su cabeza. —Había planeado mostrarte mis memorias pero… no lo hare.
Camino hacia Kaira y ella me mira extrañado.
—Aléjate. —Una barrera se forma a su lado.
—No la toques o sentirás dolor en todo el cuerpo! —Dice Taira preocupada.
Sigo caminando, cuando lo toco siento como si miles de puñaladas me hirieran. —pero solo me recuerda a la electricidad.
—solo quiero mantenerte alejado, no te acerques!
—Los dejare por ahora… —Dice Taira desvaneciéndose.
—Gracias Taira, continuemos. —Trato de abrir la barrera casi desgarrándola, poco a poco se triza.
—Alejate! —La barrera se hace un poco mas fuerte.
Mis manos comienzan a sangrar
—No te hagas la fuerte si no puedo!
—Aléjate! —La barrera se rompe. —Todo por este maldito sello!
Solo la abrazo con ternura pero coloco un explosivo en su espalda.
—Dejame ayudarte. —Le susurro a su oído.
—Sueltame y vete… ahora —Ella tiembla ligeramente y la abrazo mas fuerte.
—Me quedare hasta el final.
—Eres… el tipo mas raro que he visto.  —Me dice con voz triste.
Me retiro un poco pero sigo abrazándola, dejándome verle la cara.
—Y si eso no te cambio? Si tu hija me sigue, ¿Tu la seguiras?
—Jajaja… No lo hare, tu solo… preocupate de liberarla, esa bruja me encerró aquí para que pudiera usar este cuerpo, pero… otra persona uso a taira para sellarme, por eso, no dejes que le haga algo a mi hija.
—Sabes que les hacían a las brujas de donde vengo?
—Las quemaban.
—Te la dejo?
—Creo que será la primera en desaparecer.
—Pero después te llevare conmigo, serias la diosa.
—… Lo pensare.
—Ya cambiaste de opinión?
—Quien sabe.
—Creo que te odio con cariño.
—Jajaja, gracias, supongo.
—No se que decir, eres una terca, una muy grande.
—Tu también lo eres! Dejame en paz de una vez, solo debes romper una cadena y ya.
—Tu ya sabes lo que pido. —La miro aburrido.
—Entiendo…
—Que tengo que hacer para que entres en razón.
—No lo se… no lo se… lo siento.
—Opcion dos, te vas conmigo, aun tengo guerra.
—Los humanos adoran examinar lo extraño, si yo voy alla, sere una rata de laboratorio.
—No lo creo, no conmigo.
—Que amable… eres el primero que piensa asi de los otros cuatro que he traido.
—No eran cinco? —Digo sorprendido.
—cinco? Yo solo he traido cuatro.
—creo que hay un problema.
—a que te refieres.
—Uno de los mios esta aquí.
—Otro humano? Pero… yo nunca traje a otro.
—bueno, no importa, ya lo averiguare yo.
—Bien… ahora, creo que ya es hora de que despiertes.
—Y tu también. —Apoyo la mano en el candado.
—Tu… hablas enserio? —Dice sorprendida.
Taira aparece y me toma alejándome.
—No! No puedes! —Dice taira.
—Creo que me ayudaste. —miro el candado en mi mano.
Kaira sonríe maliciosa.
—…jaja… jajajajaja!
—Que has hecho idiota! —Grita taira.
—tu no cambiaras ¿verdad? —asomo un interruptor desde mi bolsillo y le sonrio con tristeza.
—… lo siento. —Dice bajando la cabeza. —Por ahora no voy a salir, dale el candado a taira.
Taira no responde Y yo extiendo el objeto.
—Esto es triste. —Le comento.
—Ahora no es momento de que salga, no te llamare a verme por un tiempo.
Taira toma el candado y apunta a Kaira, la miro con tristeza.
—Por que no puedes cambiar.
—Es inevitable.
El candado brilla y flota hasta su pecho.
—Ahora séllala nuevamente. —Cadenas aparecen de todos lados y la aprisionan y ella solo agacha la cabeza.
Saco una pastilla de mi bolsillo y me la meto en la boca.
—Solo mantente calmado, como siempre. —Murmuro para mi.
—Estas cadenas son mucho mas difíciles de romper ahora. —Dice taira mientras se desvanece.
……
—Ya es… hora de que… despiertes…yo… necesito dormir… —Poco a poco se duerme.
—POR QUE NUNCA PUEDO SALVAR A ALGUIEN.
Poco a poco todo se hace borroso.
—Despierta, hey! —Escucho a Alexandra hablar y me mueve.
Alguien, esta preocupada, siento una lagrima correr por mi mejilla, esa es mi lagrima.
—Hola al.
—Nada de hola aquí! Levantate!
—A la orden! —Me levanto con mucha rapidez pero caigo al suelo.
—Eso pasa porque te levantas muy rápido. —Dice suspirando y ayudándome.
—No pasa na, gracias.
—Si, si, yo ire a hacer el desayuno, por favor ve a despertar a kina… y no le hagas nada. —Sale de la pieza.
Salgo al pasillo y entro silenciosamente, la veo como piedra, me acerco lentamente y le muerdo la oreja.
Ella solo suelta un gruñido y se da la vuelta, dándome la espalda, al ver su reacción, salto encima de ella y le hago cosquillas mientras le muerdo una oreja.
—Wahh! Jajaja q-que mierda?! Jaja kya~! Suelta mi oreja. —Y me da algunos golpes.
Dejo de hacerle cosquillas y dejo caer mi peso encima. —Hehehe.
—E-estas pesado, quitate!—Me empuja.
Me elevo un poco y le muerdo la nariz.
—S-Sueltame! —Me aleja la cara con las manos.
—Si no se apuran llegaran tarde! —grita Alexandra desde abajo.
—Justo cuando tenia un sueño interesante. —Susurra kina.
—Tu lo has dicho. —Ella parece un zombie.
—Ya, deja que me vista, tu baja mientras.
—Te espero aquí.
Ella me empuja fuera y cierra. —No gracias!
—¡Por favor! —Trato de abrir la puerta
—No! —la perilla se congela.
Bajo por la escalera y reviso mi bolsillo. —Es verdad… lo deje allí.
—Dense prisa mierda! —Grita Alexandra.
—Kina apurate! —me dirijo a la puerta, — gracias y adiós, me voy.
—Si! Eh? A donde se fue? —Dice kina.
—Se fue hace un ratito. —Dice al.
—Oh… hoy tuve un sueño extraño.
—Sobre que.
—Solo recuerdo haber escuchado una voz triste diciendo: lo siento.
—Bueno, ve a desayunar.
—Si!
Me despego de la puerta y camino hasta un templo, es imponente y también es de un color blanco, en la parte frontal se abre una gran puerta de madera, me acerco a abrirla, me sorprende lo fácil que es dado su tamaño, apenas entro puedo ver, la luz entra por los grandes ventanales para luego hacer desaparecer la oscuridad, hay multiples imágenes en los vitrales, el piso tiene unas cerámicas de mármol, a medida que avanzo puedo ver una puedo ver un gran altar, arriba de este hay una estatuilla de oro, la figura en la mano derecha porta una rosa, después de eso me quedo parado, mirando fijamente sin moverme.
—Ayudame a salvarla.—Susurro mientras la miro.
Pasa mucho tiempo y nada ocurre…
La estatuilla desprende un brillante resplandor. —Averigua su pasado… y tal vez ouedas salvarla. —Se oye en toda la sala.
—Perdona mi estupidez
—Ten cuidado, ella no cambiara del todo. —La estatuilla deja de brillar de a poco. —Busco el origen de nosotras y el de este mundo…
—de verdad eres hermosa, tanto en cuerpo como alma. —Digo y me doy vuelta.
—buena suerte y ayuda a mi otra mitad. —La estatua se apaga.
—Mi lista de acciones buenas sigue en pie, aunque me pregunto que pasara si me llevo la figurita…
—Entonces seria robo. —Dice night desde la puerta.
—No existe robo si nadie se da cuenta!
—Que pena que estoy aquí.
—Te odio.
—Jajaja, que haces en un lugar como este. —Sonrie,
—Y si mejor te pongo una diana?
—No respondiste mi pregunta. —Sonrie. —Que asunto tienes con la diosa taira?
Camino hasta la puerta y me quedo a su lado sin mirarlo. —Solo es que tengo un mundo en mis hombros.
—Quieres que te quite tu cadena?...
—Primero me cargo a los causantes de la guerra, segundo, ayudo a estas dos y tercero, veo las probabilidades de sobrevivir.
—Tu eres un humano, no es necesario que te involucres en los problemas de este mundo y si te quito la cadena seras libre de irte,
—Aun me quedan cabos suelto y además ya forme lazos, directa e indirecta.
—Ya veo… pero… si liberas a Kaira te matare. —Dice serio. —Ella no debe volver. —Desaparece entre sombras.
—Si no logro cambiarla me la llevare conmigo.
—Veamos si lo logras. —Desaparece.
—Voy a por ti…—Saco una pastilla y me la pongo en la boca.
Camino hacia el laboratorio de vortex, cuando entre, le vi, sigue aquí trabajando el muy cabron ¿Acaso no duerme?
—Hey, vox, necesito municion!
—Humm, te gusta molestar cuando estoy ocupado
—cállate y ayudame.
—si,si, que necesitas.
—municion, mucha municion.
Apunta a una puerta.
—allí saca lo que quieras, libre de elegir,
Entro y miro
—OH! Si genial!
—No grites! Ten cuidado con las bombas.
—otra cosa, tienes esposas especiales para demonios?
—Eh? De que tipo.
—para demonios.
—no me refiero a eso tonto, de sueño, paralizante
—si, por que no
—de sueño o paralizante
—de los dos.
—bien . —toma dos frascos. —Ven a tomarlos.
—gracias digo.—mientras salgo armado hasta los dientes. — y prepara alguna celda.
—En el subterráneo de la escuela, osea aquí, hay celdas libres.
—tienen de todo…
—al director le gusta tener todo preparado.
—pero lo que traeré será especial
—si es un demonio debe tener un permiso especial o no podrá atravesar la barrera.
—Entonces me tendre que mudar.
—y por que no simplemente le pides al director el permiso
—mejor
Salgo corriendo por el pasillo y llego a su oficina.
—HEY!
—oh! Que se te ofrece? Y por que estas lleno de armas? Estas por empezar una guerra?
—quiero traer a alguien
—eh? Quien si se puede saber. —Aparece a mi lado y casi lo golpeo.
—Wow, cuidado con esa manos. —Aparece en otro lugar.
—perdón.
—no te preocupes y dime quien es?
—Evil, una promesa
Se pone serio.
—Evil, dijiste?
—Si.
—Esta bien…